
HISTORIA
AGUADULCE PREHISTORICO
​
Considero de gran importancia que todos los aguadulceños conozcan que Aguadulce no nació con los indÃgenas, sino que hubo presencia de grupos humanos antes de la época prehispánica; es decir, que hubo un hombre prehistórico en esta tierra aguadulceña, esta es parte de la historia de este pueblo que todos deben interesarse en conocer.
Iniciaremos por decir que según los registros arqueológicos la presencia temprana del hombre en el Istmo de Panamá se remonta, a 11.000 años de antigüedad, durante la fase final de los glaciares que caracterizaron el pleistoceno.
El hombre panameño, durante el periodo paleoindio, vagaba por toda la geografÃa del Istmo, movido por la necesidad de proveerse de recursos alimenticios para su subsistencia. Los varones se dedicaban, preferentemente a la caza y las mujeres a la fabricación de cestas para recolección, a buscar especies vegetales silvestres y a la preparación de cobertizos para guarecerse
El sitio de ocupación humana más temprano para este perÃodo, llamado por Richard Cooke, periodo precerámico temprano (8000-5000 a.C.) fue el denominado Cueva de Vampiros, que es un abrigo rocoso situado en el lado noreste del Cerro Tigre, en las cercanÃas de la actual desembocadura del rÃo Santa MarÃa, aquà los arqueólogos del Proyecto Santa MarÃa encontraron fitolitos de un tubérculo comestible conocido vulgarmente como sagú, que pudo haber sido sembrado por pedazos del tallo por las mujeres ; también se encontró en el sitio material lÃtico fabricado con jaspe.
Durante las excavaciones del Proyecto Santa MarÃa, realizado entre 1981 y 1986 por las Universidades de Temple, Filadelfia y el Instituto Smithsonian para Investigaciones Tropicales, se efectuaron estudios arqueológicos en varias cuencas hidrográficas de la provincia de Veraguas, donde se pudieron ubicar cerca de doscientos pequeños campamentos temporales, según Cooke,
Uno de los sitios importantes estudiados del precerámico tardÃo, es el conocido con el nombre de Cerro Mangote; se trata de un enorme conchero que pudo haber sido un asentamiento permanente o semipermanente de una familia extendido, está ubicado en la ribera coclesana del rÃo Santa MarÃa; su ocupación más temprana dio una datación por C14* de 6810 a.C.
Los habitantes de Cerro Mangote se dedicaban a la recolección de moluscos y crustáceos; a la cacerÃa de mamÃferos y aves diversas, a la pesca en los ecosistemas fluviales y estuarios del Golfo de Parita; además, llevaban a cabo incursiones al interior del territorio para cazar venados de cola blanca y la iguana, estos medios de subsistencia se complementaban con recolección de especies vegetales silvestres.
Los arqueólogos han especulado si en verdad las prácticas agrÃcolas estaban ya presentes en Cerro Mangote; tesis que parece ser respaldada por el desgaste dentario y las caries que presentaban los esqueletos enterrados en el conchero, que pudieron deberse a que la dieta tenÃa un alto contenido de carbohidratos, como los que contiene el maÃz.
Cerro Mangote es un sitio arqueológico abierto, que según los arqueólogos, durante la primera ocupación estuvo más cerca de la costa de lo que se encuentra en la actualidad, lo cual se explica por la presencia, en el medio, de una gran cantidad de recursos alimenticios capaces de sostener una población permanente o semipermanente.
Si esta afirmación resultara cierta, un asentamiento humano de este tipo implicarÃa la existencia de viviendas más complejas en su construcción que los meros refugios temporales que pudiéramos encontrar en otros sitios usados por grupos temporales que recorrÃan los diversos ecosistemas de la región en busca de alimentos de origen vegetal y animal.
Otro sitio arqueológico contemporáneo con el anteriormente citado, es el conocido como Abrigo de Aguadulce, se trata de una afloración rocosa que se encuentra cerca de la población de El Roble, en la provincia de Coclé, a orillas de la carretera interamericana, allà se excavaron acumulaciones estratificadas de instrumentos lÃticos en la basura del sitio. Los arqueólogos han considerado que su ocupación más temprana se ha fechado por C14 (carbono 14) entre el 4000 a.C. y el 5000 a.C.
Al respecto, en los trabajos realizados por Anthony Ranere y Richard McCarty, cientÃficos sociales, estos afirman que el Abrigo de Aguadulce se utilizaba más como sitio de ocupación que como lugar de actividades especiales, como taller lÃtico, campamento de cacerÃa o estación de recolecta. La variedad de comestibles recobrados y la existencia de otros sugeridos por el inventario de instrumentos de piedra (por ejemplo, los instrumentos fabricados para moler y/o machacar, sugieren la utilización de plantas como comida) dan a entender que el sitio se ocupaba por grupos de cazadores-pescadores-recolectores, con adición de la agricultura
En cuanto al Panamá central, la evidencia paleobotánica ha encontrado en este sitio, fitolitos y gránulos de polen de maÃz fechados entre el 4910 a.C. y el 2845 a.C. También estas pruebas se hallaron en el Abrigo de Aguadulce, como afirmaron Ranere y McCarty, lo que indica que la agricultura ya se habÃa introducido en las Provincias Centrales para el quinto milenio antes de nuestra era. Betty J. Meggers, arqueóloga, considera también, al igual que Cooke, que la aparición de las plantas domesticadas en la dieta diaria del hombre americano no fue realmente una revolución agrÃcola
La presencia de valvas de moluscos y ostiones en este abrigo rocoso son evidencias de que sus pobladores realizaban viajes esporádicos a la costa para buscar recursos alimenticios; además, en el Abrigo de Aguadulce también se practicaban la agricultura y las otras actividades y se ha determinado por su extensión territorial y por la profundidad de sus estratos culturales que se está ante la presencia de un sitio de ocupación prehispánica ya permanente.
En este artÃculo hemos tratado de presentar un breve panorama de la prehistoria de la región estudiada que se extiende desde el lejano periodo paleoindio hasta la llegada del elemento hispánico, estudio realizado por eminentes cientÃficos arqueólogos en esta región de Coclé, que indica que en el Distrito de Aguadulce, especÃficamente en la Región de El Roble, hubo presencia humana desde la prehistoria.
Licda. Telva Núñez de Córdoba